
El 7 de marzo se estrena Juntas, opera prima de Laura Martínez Duque y Nadina Marquisio, coproducción entre Colombia y Argentina, que retrata a Norma y Cachita en su último viaje al Caribe, el lugar donde se conocieron en los años 80 y se enamoraron.
En 2011, luego de librar una larga batalla jurídica, Norma Castillo y Ramona ‘Cachita’ Arévalo se convirtieron en la primera pareja de mujeres casadas por ley en Latinoamérica. Tenían 68 años cuando protagonizaron el fenómeno mediático que finalmente logró la histórica sanción de la Ley de Matrimonio Igualitario en Argentina gracias al activismo de la comunidad LGBTIQ.
Juntas es el documental que las lleva de regreso a esa tierra mágica donde por azar se conocieron, se enamoraron y comenzaron una historia de amor que duraría más de tres décadas.
Juntas es el viaje postergado veinte años en el que estas mujeres enfrentan el pasado, las trampas de la memoria, los tiempos de la vejez. En 2018, cinco años después de aquel viaje, Ramona Arévalo murió. Juntas es la historia de un último deseo.
Juntas, de Laura Martínez Duque y Nadina Marquisio se estrena el 7 de marzo, declarado Día de la Visibilidad Lésbica en Argentina.
SINOPSIS
Norma Castillo y Ramona ‘Cachita’ Arévalo tenían 68 años cuando se
convirtieron en la primera pareja de mujeres casadas por ley en Argentina y
Latinoamérica. Se conocieron en el caribe colombiano a finales de los ochenta. Juntas es el documental que las lleva
de regreso a esa tierra mágica donde por azar se conocieron, se enamoraron y
comenzaron una historia de amor que duraría más de tres décadas. Es la historia
de un viaje postergado veinte años en el que estas mujeres enfrentan el pasado,
las trampas de la memoria, los tiempos de la vejez. En 2018, cinco años después
de aquel viaje, murió Ramona Arévalo. Juntas
es la historia de un último deseo.
FICHA TÉCNICA
JUNTAS (Colombia – Argentina,
2017) 71 minutos. Género: Documental Calificación: ATP Distribución: Neko
Distribución Dirección Laura
Martínez Duque y Nadina Marquisio / Producción 996 Films, Making
Docs, Laura Martínez Duque /Producción
ejecutiva Mario Durrieu, Walter Tiepelmann, Diana Kuellar / Jefa de
producción Luisa Sossa / Producción de campo Gina Cantillo /
Dirección de Fotografía y Cámara Nadina Marquisio / Montaje Cristina Motta, Laura Martínez Duque, Nadina Marquisio / Música original Sergio Escobar, Nadina Marquisio / Sonido directo Juan Camilo Martínez Idarraga / Diseño sonoro Sergio Escobar, Laura Martínez Duque, Nadina Marquisio / ElencoNorma Castillo y Ramona ‘Cachita’ Arévalo.
FESTIVALES
– CINÉMA DU RÉEL / Competencia Internacional Ópera Prima – Francia
– BIFF – Bogotá International Film Festival / Competencia Nacional – Colombia
– ASTERISCO Festival Internacional de Cine LGBTIQ / MENCIÓN ESPECIAL DEL JURADO – Competencia Internacional – Argentina
– TRANSCINEMA / Competencia Internacional – Perú
– QUEER PORTO / Competencia Internacional – Portugal
– DOCUMENTAL LYON / Competencia Internacional – Francia
– CHÉRIES CHÉRIS / Competencia Internacional – France
– ZINEGOAK / Competencia Internacional – Bilbao
– FIC LGBT EL LUGAR SIN LIMITES / Competencia Internacional – Ecuador
– DOCA Festival Internacional de Cine Documental / PREMIO ESPECIAL DEL JURADO SEFF – Competencia Internacional – Argentina
– FICSUR Festival Internacional de Cine de los Países del Sur del Mundo / Competencia Internacional – Argentina
– FEMCINE Festival de Cine de Mujeres / Muestra – Chile
– SANFICI Santander Festival Internacional de Cine Independiente / Muestra – Colombia
Biografía de NORMA Y CACHITA
Norma Castillo nació en Goya, provincia de Corrientes, en 1942. Ese mismo año, en la capital uruguaya, nació Ramona Arévalo. Se conocerían tres décadas más tarde en un pueblo remoto al norte de Colombia. Ambas estuvieron casadas: Norma enviudó y Cachita se separó del padre de su único hijo poco tiempo después de su nacimiento.
Vivieron casi veinte años entre Barranquilla, Santa Marta, Magdalena. La selva caribeña que inmortalizó el nobel colombiano, Gabriel García Márquez. Ambas dicen que, aún cuando su relación se mantuvo en secreto, nunca se sintieron tan libres. En 2001 regresaron a Argentina con la idea de regresar a Colombia, pero la debacle económica del “corralito” truncó sus planes para siempre.
En 2011 luego de librar una larga batalla jurídica se convirtieron en la primera pareja de mujeres casadas por ley en Argentina y Latinoamérica y son hasta hoy figuras mediáticas dentro y fuera del país. En 2013 y gracias a Juntas, el documental que protagonizan, lograron regresar a Colombia. Durante un mes recorrieron los lugares de su pasado, se reencontraron con sus amistades, visitaron la casa que construyeron juntas. Volvieron como esposas al pueblo en el que nació un amor clandestino.
El 26 de octubre de 2018 murió Ramona ‘Cachita’ Arévalo, en la ciudad de Buenos Aires. Norma acompañó a su esposa hasta el último momento y ahora vive en compañía de Hipólito, el perro que las cuidó durante décadas.
Nadina Marquisio (Rosario, Argentina 1985). Desde hace más de diez años trabaja en cine documental y experimental, video instalación e instalaciones sonoras. En 2018 ganó el Primer Premio en Medios Alternativos en el 107 Salón Nacional de Artes Visuales de Argentina. Actualmente trabaja en Westonia, su segundo largometraje documental.
Laura Martínez Duque (Bogotá, Colombia 1987) Directora de
cine y Magíster en periodismo. Además de su trabajo como documentalista,
escribe sobre cine para diferentes medios.
Nadina y Laura son fundadoras del colectivo cinematográfico Gallito Films junto a Cristina Motta con quien han realizado y producido los cortometrajes Puma, mi bienamado, La esencia sonora de la sombra, La Providencia, 1982, Ezeiza y Volverse aire que participaron en festivales como Clermont-Ferrand, Ji.hlava, Tampere, Bafici, Huesca, Uppsala, Winterthur, Kinoforum, entre otros. Su primer largometraje documental, Juntas, se estrenó en París en el festival Cinéma du Réel y participó en BIFF, Asterisco, Transcinema, entre otros. En 2017, “Proyección Sonora”, una pieza sonora que compusieron a partir del material de su primer documental, se presentó en el Museo de Arte Moderno de Medellín (MAMM), Museo de Arte Moderno de Bogotá (MAMBO), Festival Internacional de la Imagen y FLORA ars+natura.
Motivación personal – Palabras de las
directoras
En 2011
conocimos por azar a Norma Castillo y a Ramona Arévalo, quienes se convertirían
en la primera pareja de mujeres casadas por ley en Latinoamérica y en las
protagonistas de nuestro primer largometraje documental.
Era como si, desde siempre, hubiera existido un puente entre nosotras. Nos conocimos viviendo en Buenos Aires, Argentina, pero ninguna había nacido allí. Ellas bordeaban los setenta años, a nosotras nos faltaba más de un lustro para llegar a los treinta. Éramos dos parejas de mujeres; la relación de ellas ya llevaba décadas, la nuestra apenas iniciaba. Nosotras no queríamos hacer una película de militancia LGBTIQ y ellas, al poco tiempo de conocerlas, se convirtieron en el símbolo del triunfo de la ley de matrimonio igualitario en Argentina. Nosotras pretendíamos hacer un retrato íntimo de su vida y ellas, envueltas en un boom mediático, comenzaron a recibir periodistas de todas partes del mundo en su casa…Nuestra dinámica era como un partido de dobles o un juego de espejos enfrentados. Sin duda mirábamos el mundo desde dos tiempos fundamentalmente distintos, pero esa brecha generacional era lo que precisamente hacía interesante el intercambio y las discusiones. Además, Norma zanjaba cualquier diferencia entre risas recordándonos que ellas nacieron el año que terminó la Segunda Guerra Mundial mientras que nosotras nos habíamos enterado de esa guerra gracias a Google. Las cuatro estábamos separadas en el tiempo, pero enlazadas por un mismo espacio; desde nuestro primer encuentro lo único que hicimos fue compartir el afecto que teníamos por un país que nos había afectado, de maneras diferentes, a cada una: decidimos viajar a Colombia juntas.
La historia de cómo una argentina y una uruguaya se casaron con un par de primos colombianos, cruzaron el continente y terminaron viviendo en el mismo pueblo remoto del Caribe donde se conocieron, se enamoraron y sostuvieron una relación clandestina durante más de veinte años en una de las regiones más conservadoras de un país ya de por sí retrógrado como Colombia, era sin duda una gran anécdota. Parecía ser, también, lo que más le interesaba a muchos periodistas que insistían en saber detalles sobre ese pasado en el que se podían imaginar a Norma y a Cachita como un par de mujeres jóvenes y atractivas envueltas en un tórrido romance; aunque después, en sus notas, se refirieran a ellas como las “abuelitas” que habían decidido casarse al final de sus vidas. Ahí entendimos que, para una buena parte de la prensa –y de la sociedad–, Norma y Cachita eran la imagen de una homosexualidad inofensiva, asexuada. Por ser mujeres, los periodistas se atrevían a hacer cierto tipo de preguntas que no le hacían a la primera pareja de hombres (jóvenes ellos) que se casaron en Argentina casi al mismo tiempo que ellas. Y, por su edad, efectivamente eran vistas como un par de abuelitas que compartían una casa, aunque ellas insistían en hacer visible que tenían una relación sexual y afectiva como cualquier pareja.
Durante los
dos primeros años que frecuentamos a Norma y a Cachita en su casa de Buenos
Aires, el fenómeno mediático y social que las rodeaba nos llevó a preguntarnos
si había allí una película para nosotras, pues todo ese tiempo nos había dejado
una larga lista de decisiones tomadas sobre lo que no queríamos hacer: no
haríamos entrevistas sentándolas frente a una cámara para obtener los
“testimonios” de sus vidas, ni les pediríamos que mostraran las fotografías de
su juventud para ilustrar un pasado irrecuperable, no hurgaríamos en los baches
de su historia porque no pretendíamos juntar las piezas en un relato sin
fisuras o “apropiado”, tampoco buscábamos reproducir un simulacro de su rutina
hogareña que diera cuenta de la “normalidad” de su vida en pareja. No queríamos
hacer una película para definirlas como mujeres o institucionalizarlas como
representantes de una comunidad. Nos negábamos a confeccionar un documental
tipo biopic para apresar una vida, muchos menos dos, en un par de horas. Lo que
pretendíamos era capturar un pedazo de sus vidas, “siendo”, en toda su potencia
y en toda su verdad. Finalmente entendimos que nuestra película no estaba en
esa casa de Buenos Aires simplemente porque Norma y Cachita tenían el corazón
en otro lado.
No sabíamos qué íbamos a encontrar del otro lado del puente, pero decidimos hacer ese viaje juntas. Ellas volvieron al territorio simbólico y real en el que habían quedado suspendidas: un lugar atravesado por capas de memoria, de deseo y de tiempo. Un lugar que, veinte años después, no era el mismo y en el que ellas tampoco eran las mismas: volvían con otro cuerpo y otro espíritu a confrontar el pasado, lo que habían sido y lo que ya no eran. Regresaban sin miedos tomadas de la mano y casadas por la ley como esposas.
Nosotras tuvimos la fortuna de acompañarlas y percibimos la magia particular de ese lugar que las había raptado para siempre. Intentamos darle forma a esa tierra inventada por una historia de amor de más de treinta años y hacerla real en imágenes, sonido y movimiento.
El viaje que hicimos durante un mes navegando y recorriendo una selva tropical atávica y enigmática es un secreto entre cuatro mujeres. Juntas es lo que quedó de ese viaje, pero el viaje no son las imágenes del viaje. Es la película que construimos con la intención de hacer viajar al espectador, a través de la afección, a cualquier lugar en el que pueda preguntarse dónde están su amor, su deseo, su tierra inventada.
El 26 de octubre de 2018 murió Ramona “Cachita” Arévalo, la mitad de Norma
Castillo y la mitad de esta historia. Sucedió mientras escribíamos sobre esta
película que ella, Cachita, y el amor de su vida, Norma, nos regalaron. Juntas es un pedazo de sus vidas, está
hecha de guiños y de las pocas palabras de esta mujer que no necesitaba decir
nada para decirlo todo. –¡Y seguiremos viéndonos! –se despide Cachita, al lado
de Norma, al final de una película que no es más que el intervalo que habitarán
juntas para siempre.
El cineasta cree que persigue la vida, pero tal vez, lo obsesiona la muerte, el
deseo de apresar una vida que algún día solo vivirá en esas imágenes que ha
creado. La afección no es estar en presencia de la vida en estado puro. Nos
equivocamos. Es estar en presencia de la vida y de su contraluz, la muerte. Es
vencer a la muerte en un intervalo y conservar la vida en una reproducción que
habrá de engañarnos una y otra vez al ver lo que amamos una y otra vez
“siendo”, tal y como era. Eso es para nosotras esta película que hicimos ellas
y nosotras: Juntas.
LINKS
Trailer oficial JUNTAS
https://vimeo.com/205594280
Facebook JUNTAS https://www.facebook.com/juntas.together/
Proyección sonora JUNTAS https://soundcloud.com/laura-martinez-duque/juntas-proyeccion-sonora